No me digáis que no es una cosa bonita: alguien se rompe la cabeza, se esfuerza, pregunta aquí y allá, con ilusión y cariño, para sorprender a la persona que ama. Y vaya si la sorprendió: ¿a que nunca habíais visto un anillo de pedida así?
Me encanta cuando llega ese cliente que me desafía, que trae una idea un poco loca, quiere algo muy especial y no lo encuentra en ninguna parte. Muchas veces incluso, les han dicho ya en otros sitios que “eso no se puede hacer”. Yo, de buenas a primeras jamás digo esa frase: cualquier propuesta merece que le demos una vuelta, porque la experiencia me ha demostrado que te puedes llevar una sorpresa, y aprender.
Este chico vino con su idea muy clara: su novia es muy moderna, diseñadora y creativa en una firma de moda importante. Una chica a la que le gusta siempre lo más rabiosamente diferente y vanguardista, y se atreve a llevarlo. Ella había dicho alguna vez, medio en broma, que le encantaban los anillos de caramelo. Así que él nos contactó y nos preguntó si podríamos hacer un candy-ring pero en oro y piedra, costase lo que costase, pero que tenía que ser igual al de caramelo.
Y yo le dije: ¿por qué no? 😎
¡La primera dificultad fue encontrar un anillo de caramelo! Resulta que estas cosas van por modas, y ahora mismo en España, no hubo manera. Así que lo conseguimos a EEUU. Con las medidas del original, tuvimos que encargar al laboratorio que nos creasen un bloque de rubí hidrotermal a medida, para luego tallarlo con la forma y las proporciones iguales al caramelo.Y bueno, aquí tenéis el resultado. A ella le encantó, por la pieza en sí y por lo bonito que es que su chico hubiera removido cielo y tierra para conseguirle algo tan especial, pensadoexclusivamente para ella, algo que no existía y fue creado ex profeso.
Del ser humano lo mejor es su diversidad: siendo millones sobre la Tierra, cada uno somos una pequeña joya única. Podemos, y debemos, tener muchas características iguales, pero, qué maravilloso que es que nuestro espíritu sea irrepetible, que tengamos nuestros gustos, nuestra forma particular de ser. Sin eso no habría arte, ni creatividad, y sería todo un aburrimiento.😉
